Aunque los padres muchas veces saben que hay que negar y decir "no" a sus hijos, la insistencia de estos, los berrinches, las lágrimas, los malos comportamientos, etc., les hacen ceder ante las demandas de estos. Pero cuando decimos "no", aunque parezca que no les hacemos completamente felices, en realidad lo que hacemos es ayudarles a su crecimiento, contribuyendo a su bienestar no solo psicológico, de personalidad o de carácter, sino en su globalidad.
¿Por qué es bueno decir "no" a los niños? En el enlace siguiente, podemos encontrar un interesante artículo titulado:
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